Día No 1 – A Presupuestar – Mario Márquez

Dicen los historiadores que "El Presupuesto", como tantas cosas, nació en Inglaterra. A través de los años esta metodología se ha venido perfeccionando de tal forma que hoy sería imposible iniciar proyectos importantes sin tener la claridad de los recursos a invertir.

El presupuestar debió haber iniciado mucho antes, supongo que nuestros primeros antepasados, comenzaron a prever los momentos climáticos difíciles y hacer acopios de alimentos y vestuario para superarlos. Por citar un ejemplo, varios miles años de después con obras majestuosas como las pirámides de Egipto, seguro se llevaron varios papiros de jeroglíficos con presupuestos de obra para establecer los recursos necesarios para la construcción del proyecto.

Por estás épocas del año, los países democráticos, tienen a sus mejores economistas con la bola de cristal prendida, proyectando el recaudo y los gastos del siguiente año con el objetivo de establecer metas de todas las entidades del gobierno. 

El arte de presupuestar parece un ejercicio innato de la naturaleza del ser humano, que lo lleva a anticipar los recursos que pueda necesitar en un periodo posterior de tiempo: en los hogares será un mes, en las empresas un año y en las concesiones viales hasta 30 años.

Me pregunto ahora, si los pequeños y medianos empresarios colombianos dedican por esta época, un rato de su escaso tiempo a proyectar su negocio en el próximo año. Me atrevería a decir que muy pocos lo hacen, por varias razones: porque quita mucho tiempo, porque siempre que han proyectado nunca se cumple, porque ya creen intuir el futuro, porque no tienen quien lo haga o porque ni siquiera lo consideran.

El ejercicio de presupuesto si requiere un esfuerzo, eso es indudable: requiere de varias horas de trabajo, investigar un poco el mercado, pensar en que puede salir mal o bien, entender las variables que no podemos controlar. Si yo les dijera que con un ejercicio de presupuesto las probabilidades de éxito aumentarían de manera importante, seguro lo considerarían.

Me atrevo a aumentar las probabilidades de éxito, porque no es lo mismo entrar al laberinto del Minotauro con una madeja de lana, a entrar con la simple intuición.  Seguro con la cuerda de lana sabrá por donde devolverse y que camino ya tomó, sin ella podrá pasar varias veces por el mismo sitio sin enterarse, muy posiblemente nunca se salga.

El presupuesto tampoco debe ser un modelo financiero demasiado exhaustivo, pero tampoco deben ser tres números en una servilleta. Es un ejercicio sencillo donde se deben plasmar las estimaciones de lo que va a suceder en cada uno de los 12 meses del año siguiente: en los ingresos, para cada uno de productos, separando el precio de la cantidad; revisando cuales variables mueven el precio y cuales la cantidad. Una vez estimado cuanto va a ingresar, en seguida cuánto puedes gastar, algunos que se llaman costos directos que serán proporcionales a los ingresos y otros como los arriendos o la nómina, que así vendas la mitad o el doble, tienes que pagarlos. Al final se revisará si al cierre de diciembre los números se proyectan negros o rojos.

Lo mejor sale al terminar, el ejercicio te permite comenzar a soñar y a jugar con las posibilidades. Una vez convencido que así se jugará el partido, se imprime sobre piedra y se divulga con todo el personal. Estoy seguro que este ejercicio hará que su compañía en el 2.019 tenga un mejor desempeño, porque la idea no es cumplir el presupuesto sino superarlo.

Me atrevo a afirmar que tres años cumplimiento el presupuesto, le darán al empresario para pagar por alguien que lo haga y sin darse cuenta estarán en el siguiente nivel.

El presupuesto se puede revisar durante el año, se llamará un mejor estimado. Mi recomendación es que para modificarlo se obliguen a pedir autorización incluso a la junta, si la tiene conformada, porque mover el presupuesto es casi tan grave como aceptar que no va a poder.

Iniciemos abriendo una hoja en blanco en excel....

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