Dia No 4 - La Vida Fácil - German Velasquez

En estos días de vertiginosos cambios por el nuevo gobierno, que parece tiene a los empresarios optimistas y con los proyectos saliendo del refrigerador, hay muchos procesos  que nos empiezan inquietar y a desafiar; uno que llama la atención es la factura electrónica; tema en el cual claramente no soy experto, pero se convierte en un desafío bien interesante.  En lo corrido de 2018 algo más de COP$ 45 billones en facturación y ya casi 500 contribuyentes, transitan por la DIAN en un proceso que en muchos casos, y como es costumbre, dejamos para última hora; pero que va a tener después de las inversiones necesarias, varias bondades para todos los jugadores.

Un documento desmaterializado, al momento de utilizarse para facilitar liquidez a una compañía, significa además de los menores costos de manipulación, transporte, emisión, endoso, etc.: reducir  los procesos destinados a la financiación al menos unos 3 días; que desde la óptica del trámite actual,  son los mínimos requeridos para llevar el documento impreso desde el emisor, al endosante y finalmente al financiador.  Hago sobre esto unas matemáticas básicas, de lo que representan en los flujos de caja de una empresa (3 días al mes, en los 12 meses del año), agilizar algo como 36 días de caja al año, en cualquier escenario de tasas de interés por esta financiación, resulta interesante.

El equipo de gobierno a los ojos de los empresarios,  se percibe mayormente compuesto por personas de muy buenas capacidades y muy interesante perfil académico; y para procesos tan desafiantes como el de las facturas, es un requisito. Esperamos apunte a mayor competitividad y además al efecto de forzar a todos los tamaños de compañías a entender que el gasto en tecnología es una necesidad imperiosa y que estos procesos que vienen por imposición nos van a ayudar a ponernos a tono con el entorno.

Mucha información desde múltiples orígenes, ya no leemos un par de medios, sino decenas, ya no vemos las presiones comerciales aledañas, sino nos vemos forzados a entender que nos puede afectar la vida diaria las situaciones de Turquía, algo que agobia a los ejecutivos de las empresas y a veces les distrae de algunas cosas básicas, como este proceso de una factura electrónica.  Este punto final solo para dejar una reflexión a nuestros pujantes empresarios y emprendedores, y es el entorno en que todos ganen; un flujo circulante ágil para el proveedor implica un menor gasto y mayor eficiencia para todos, en las empresas que se integran con sus proveedores profundamente y logran que el efecto se divida entre los dos, absolutamente las dos partes ganan. Con mucha frecuencia vemos a la empresa grande aliviando la caja propia con pagos a proveedores en mayores a 90 o 120 días; lo cual lleva a que necesariamente se deban apalancar en ese periodo con un incremento de su gasto por intereses, y es ahí donde la invitación es a hacer eficiente al proveedor, no solo en la línea operacional, sino en la línea del gasto financiero……..y al final comparten ese beneficio.  Paguen rápido, la factura en un medio digital les ayuda a muchas métricas de este proceso, y al final de la ecuación comparten en proporción ese beneficio. 

Empecémonos a contagiar, ya tenemos a Rappi con valor de USD$ 1.000 MM, a Amazon llegando al país, a un buen porcentaje de buenos ministros, a todos empujando para que la infraestructura despegue, si por fuera llueve, por acá parece que la nube despeja.

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