Dia No 3 - La situación laboral de la Industria Colombiana - Carlos Tache
La situación laboral sigue en constante cambio
en todo el mundo, la entrada de diferentes grupos de individuos con diferentes
comportamientos y expectativas al mercado laboral, las situaciones específicas de
cada economía y las circunstancias exógenas, hacen que el ámbito profesional y
todo lo que gira alrededor del mismo, sea cada vez más exigente y versátil.
Por supuesto nuestro país no se queda atrás, los
últimos años han estado cargados de tensiones políticas, económicas y sociales
con altos y bajos en las cifras de desempleo, ocupación e informalidad.
El crecimiento económico del país ha sido lento,
especialmente la industria en general y la situación laboral ha recibido de
manera directa este impacto. Las compañías manufactureras han tenido que
reinventarse y reenfocar estrategias, operaciones y objetivos, con el fin de
lograr mantenerse en un ámbito industrial competitivo y cada vez más
estructurado.
Para lograr esa necesaria diferenciación, las
empresas de todos los sectores siguen buscando talento de manera constante,
todos los jugadores del mercado laboral han tenido que adaptarse a necesidades
cada vez más específicas y candidatos más integrales, gente que haga la
diferencia para desarrollar empresas con un enfoque más global.
Ahora bien, para sumar todavía más variables al
ámbito laboral, hoy en día en Colombia y en el mundo, las personas han
desarrollado una visión diferente de la realización personal y profesional, con
anhelos y metas distintas a las de generaciones pasadas.
Así las cosas, la industria manufacturera en
general ha tenido que enfrentar un mercado laboral atípico, en el cual no se
encuentran fácilmente los perfiles buscados, procesos de selección extensos y
en ocasiones sin éxito. El éxodo de profesionales jóvenes en años pasados
todavía impacta la búsqueda de candidatos expertos en áreas operativas y el
regreso de estos jóvenes, aunque ha aumentado en los últimos años, no ha sido
tan rápido como esperábamos.
Perspectivas
2018
En días pasados, el Fondo Monetario
Internacional elevó las previsiones de crecimiento para Colombia en el 2018, de
2,8% a 3,0%. Es la primera vez en muchos años que el pronóstico cambia hacia
arriba, esto en pocas palabras quiere decir que los expertos ven un panorama
favorable para los diferentes sectores que jalonan el crecimiento del país.
En 2017 el sector financiero, el agro y el
turismo fueron fichas clave para definir la recuperación en cifras de la
economía. No obstante, sectores clave como la construcción, la industria y las
exportaciones no llegaron a las cifras esperadas en el período pasado. La
reforma tributaria dio un golpe fuerte al consumo de los colombianos, varios
sectores de la industria manufacturera sintieron esta desaceleración del consumo;
específicamente la industria de transformación de plásticos sintió un declive
generalizado, producto de la contracción del consumo de los hogares.
Ahora bien, para el 2018 las expectativas son
diferentes, el Banco de la República ha bajado las tasas de interés de manera
sostenida y en mi opinión los consumidores ya han equilibrado sus gastos con
las nuevas condiciones del mercado. Los hábitos de consumo han cambiado de
manera drástica, con nuevos jugadores en los mercados masivos (tiendas de
descuento, formatos especializados, marcas propias), que han modificado la
forma de comprar de los hogares colombianos.
Definitivamente me inclino a pensar que este
será un año de transición positiva para la industria manufacturera en general,
en el cual, si aprovechamos nuestras fortalezas y trabajamos en ser más
productivos, podremos generar curvas ascendentes de crecimiento y terminar de
sembrar las bases de un desarrollo sostenible que vuelva a ser protagonista del
crecimiento de la economía colombiana.
La búsqueda de talento
Este cambiante ambiente laboral ha tenido un cambio sustancial en la
manera tradicional de buscar talento para nuestras compañías. Definitivamente
se ha convertido en una tarea compleja conectar
las expectativas de las empresas a la disponibilidad de talento del mercado
laboral colombiano.
Hay muchos factores mediando para esta conexión, pasando por las condiciones específicas del puesto en
cada empresa, el presupuesto asignado, los factores socioculturales que impiden
o permiten que una persona encaje en la cultura de una empresa, la falta de
flexibilidad para recibir a personas con baja experiencia y un mercado laboral
con muchos trabajos para perfiles técnicos y tecnológicos, con funciones más operativas
y salarios medios y bajos, para una gran cantidad de personas con formación a
nivel profesional.
En mi opinión las posiciones más complicadas de cubrir precisamente son
las de perfil técnico, desde las gerencias hasta los técnicos especializados.
Un factor a tener en cuenta es que la educación en Colombia se ha
dedicado a fortalecer el nivel profesional, dejando rezagado el desarrollo y el
perfeccionamiento de los niveles técnicos y tecnológicos, siendo estos últimos
igual de necesarios para el desarrollo de una industria eficiente y sostenible.
En mi percepción, desde el Estado mismo se debe generar un cambio de política
que permita fortalecer todos los niveles de la educación.
El Tema salarial
El escenario económico en términos generales no ha sido positivo en los
últimos 12 meses, las compañías han estado reservadas y hasta precavidas en los
temas salariales. Los salarios se han mantenido en niveles porcentuales muy
parecidos durante el último período.
En general los aumentos salariales siguen dependiendo mucho del IPC, el
salario mínimo y los resultados de las compañías. Por supuesto que hay muchos
más factores en cada sector y tipo de compañía.
En este sentido, también las reglas del juego están cambiando de manera
rápida en los últimos años, para los más jóvenes hay cosas más importantes que
un salario: buscan más compensaciones laborales, más garantías frente al tiempo
libre, protección en salud extendida al núcleo familiar, horarios flexibles.
Así las cosas, las empresas debemos generar políticas de gestión,
orientar cargos a resultados y afinar la estructura organizacional. Pero, sobre
todo, si las políticas de gestión de talento humano están orientadas al
desarrollo de los trabajadores, a la capacitación, a establecer niveles de
equidad en términos contractuales, en términos de oportunidad, la economía y
los trabajadores tendrán mejores resultados.
Cargos y áreas clave
El sector industrial
hoy en día tanto con Colombia como en el resto del mundo está teniendo una
nueva revolución, los recientes e irrefutables hechos en materia de medio
ambiente como el calentamiento global y la contaminación de nuestros
ecosistemas, han redefinido las prioridades de las grandes compañías,
reenfocando estrategias, valores corporativos y objetivos y metas con lo que
hoy en día mueve a los consumidores. La responsabilidad social de los sectores
industriales nunca había estado tan correlacionada con los objetivos
corporativos y con el desarrollo sostenible de las comunidades.
Las áreas de Investigación y Desarrollo (I+D) de las compañías
están llamadas a ser protagonistas de este vuelco en las prioridades y
estrategias. Desarrollo tecnológico, gestión de la innovación, optimización de
productos y procesos y lanzamiento de nuevos productos, serán pieza clave para
el crecimiento sostenible de todos los sectores y en especial de los sectores
industriales.
Los cargos técnicos especializados que apoyan el
mejoramiento continuo, la innovación y la diferenciación han tomado una fuerza
especial y por ende son muy apetecidos por grandes y pequeñas empresas.
Así mismo, las
compañías han comprendido que para poder desarrollar estas estrategias
innovadoras, necesitan una base de liderazgo fuerte y alineada, por lo que las áreas de talento humano seguirán
tomando relevancia, revalorizando el papel del factor humano como gestor del
éxito de las compañías.
Mano de obra calificada?
Definitivamente
el talento humano se convirtió en un motor acelerador de la productividad de la
industria en Colombia. Ahora bien, retomando el tema de la educación, sigo
pensando que el sistema educativo nacional se ha dedicado a reforzar las
carreras profesionales tradicionales, dejando de lado las carreras técnicas y
tecnológicas.
Debido a este
fenómeno, algunos sectores de la industria vienen enfrentando una gran escasez
de mano de obra calificada y capacitada en oficios específicos. Los países
europeos entendieron este fenómeno hace algunos años, reforzaron los sistemas
educativos técnicos y en conjunto con una buena política de remuneración y
beneficios, hoy en muchas industrias los cargos técnicos son tan apetecidos
como los profesionales.
En Colombia
debemos hacer esta transición, todos los sectores debemos participar, tanto el
sistema educativo como el Estado y los sectores industriales, debemos realizar
un acercamiento entre las necesidades reales de la industria y lo que está
desarrollando la academia.
Soft skills, las nuevas competencias
Existe una
variedad muy completa de soft skills y en mi opinión varía con respecto a cada
cultura empresarial. No obstante, es claro que algunos son importantes en
cualquier compañía del sector y en general en para desempeñarse de manera
integral en el mercado laboral actual.
En primer lugar
colocaría la coherencia, decir lo que
se piensa y hacer lo que se dice, liderar
con el ejemplo es una fuerza motivadora sin par, que genera confianza y
seguridad en todas las personas de una organización. La comunicación hoy en día se ha convertido en una pieza
fundamental que los profesionales deben manejar de una forma asertiva y
enfocada en cualquier ámbito empresarial e industrial.
Para nuestras
nuevas generaciones de profesionales la
motivación es muy importante, encontrar el por qué es relevante mi trabajo
en la estrategia de la organización, impulsa mis esfuerzos a lograr los
objetivos trazados.
Por último
resaltaría la interacción personal con
todos los niveles de la organización, la conexión entre las expectativas y los
deseos de la gente con las estrategias y metas corporativas, asegura en primera
instancia que todos sabemos para dónde vamos y por qué lo hacemos, alineando
los esfuerzos en una sola dirección.
Carlos Tache
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